El desarrollo de las poblaciones conllevó una carga de desechos sobre las aguas, los cuales en sus inicios los ríos tenían la capacidad de absorber las cargas contaminantes sin que la disminución de los niveles de oxígeno estuviera por debajo de lo mínimo que permite no afectar la vida acuática.
Pero con el tiempo se crearon los primeros sistemas como tratamiento de las excretas: anaeróbicos. En 1887 Talbot de Urbana le puso bafles al antiguo pozo séptico, en 1905 Karl Imhoff, un ingeniero alemán separó las dos fases del proceso: sedimentación y digestión, dándole de esta manera su propio nombre al proceso.
Con el tiempo fue evolucionando más y más los procesos y los diseños de plantas de tratamiento de aguas residuales, del cual en la actualidad se hace uso de 2 tipos de tratamientos con sus diseños específicos:
Tratamientos Primarios
El principal objetivo de un tratamiento primario es permitir la sedimentación de aquellos contaminantes que puedan hacerlo, o también por flotación como las grasas.
- Sedimentación primaria: los sedimentos se remueven por el fondo o mediante bombas para ser sometidos a una digestión.
- Precipitación química: entre los productos químicos utilizados están los siguientes, cloruro férrico, Sulfato de aluminio, sulfato ferroso y sulfato férrico.
- Flotación: consiste en inyectar aire en la fase líquida, las burbujas se adhieren a las partículas y las elevan hasta la superficie.
- Tanque Imhoff: tiene dos cámaras, una de sedimentación primaria y una segunda de digestión anaeróbica.