Una planta de tratamiento de agua potable está conformada por estructuras que tratan el agua para que se vuelva apta para el consumo. Existen diferentes tecnologías para potabilizar el agua, pero su generalidad es que combinen diferentes procesos para tener escasas condiciones de riesgo, que realicen tratamiento integrado para producir el efecto esperado, y que cada etapa del tratamiento tenga un propósito específico relacionado con alguna especie de contaminante.
Un aspecto muy importante para tener en cuenta en el diseño de plantas de tratamiento de agua potable es que la capacidad de la planta sea mayor que la demanda máxima diaria, si no se cuenta con gran capacidad de almacenamiento.
El diseño de cada planta depende de las necesidades de la fábrica o comunidad y del análisis del agua.
Las plantas de tratamiento convencional son sistemas de tratamiento integrado que incluye procesos de coagulación, floculación, sedimentación, filtrado y desinfección. Dependiendo de las características del agua se puede obtener un sistema de filtración simple o doble. Este es recomendable cuando el agua tiene alto contenido de hierro y manganeso.
Por su parte, las plantas de tratamiento compactas incorporan mejoras tecnológicas para aumentar la eficiencia de la planta y para reducir el consumo de productos químicos. Incluye los procesos de coagulación-decantación y filtración rápida. También puede contar con un sistema de floculación en medios porosos.
Las plantas de tratamiento modular son sistemas integrados de tratamientos en varias etapas que incluye todos los procesos requeridos para obtener agua potable. Ocupan poco espacio y se pueden ampliar fácilmente añadiendo módulos de clarificación y de filtración.
Es posible utilizar una combinación de tecnologías, y en cada uno de los tipos de plantas nombrados se puede contar con otros procesos que pueden llegar a ser necesarios específicamente para remover una contaminación determinada.
Tenga en cuenta que una planta de tratamiento no debe parar su operación en ningún momento, por eso es necesario como mínimo dos unidades para cada proceso de la planta en caso de avería o mantenimiento de algún componente.