Las plantas de tratamiento de agua potable están determinadas por unos parámetros para poder tener el control de la calidad del agua que se suministra a la humanidad, y son las siguientes:
Calidad: apta para el consumo humano y que no deteriore el sistema de distribución.
Cantidad: suficiente para uso doméstico.
Cobertura: accesible al mayor número de usuarios.
Continuidad: disponible por un tiempo reconocido y concertado con la comunidad, idealmente las 24 horas del día.
Costo: equitativo para todos los usuarios y que posibilite el sostenimiento del sistema.
Capacidad de gestión: adecuado a la capacidad de organización y de gestión del nivel local para operar, mantener y administrar el sistema.
Cultura del agua: creencias, costumbres y usos locales sobre uso, protección y cuidado de la cuenca abastecedora.
La vigilancia del agua potable es una actividad periódica sobre el servicio de abastecimiento y la calidad del agua, que tiene como objetivo principal prevenir riesgos y preservar la salud del hombre. La entidad responsable es el Ministerio de Salud, que tiene los siguientes fines:
- Elevar los niveles de salud y mejorar la calidad de vida de la población colombiana servida por sistemas colectivos de abastecimiento de agua.
- Vigilar el cumplimiento de la normas de calidad físico-química y bacteriológica establecida para el suministro de agua para consumo humano.
- Cuantificar cobertura.
- Evaluar suficiencia.
- Vigilar y controlar continuidad.
- Identificar prioridades de inversión.
- Promover la organización de la comunidad.