Los recursos hidráulicos son cada vez más utilizados a causa de la demanda de agua potable que existe hoy en día, todo esto implica que al momento de conseguir agua apta para el consumo exista diferentes maneras de tratamientos. En las plantas de Tratamiento de Agua Potable, el agua bruta es sometida a diferentes procesos que tienen como objetivo eliminar sustancias que sean nocivas para el ser humano.
La Organización Mundial de la Salud define el agua potable a partir de las siguientes características:
- El agua apta para el consumo no debe contener ningún tipo de sustancia nociva para la salud.
- Debe tener un equilibrio entre los gases y las sales inorgánicas disueltas.
El agua debe ser incolora, translúcida, inodora y de buen sabor.
La potabilización del agua es una serie de procesos que tiene como fin hacerla apta para el consumo humano:
- Aireación.
- Coagulación.
- Ablandamiento.
- Eliminación de hierro y magnesio.
- Eliminación de olor y sabor.
- Sedimentación.
- Filtración.
- Control de corrosión.
- Evaporación.
- Desinfección.
Existen diferentes métodos para tener agua potable, entre estos está el método más antiguo y usado especialmente en las zonas rurales que cuentan con insuficiencias en recursos sanitarios: la ebullición, logra la eliminación de bacterias y virus; otro tratamiento es el cloro, uno de los más usados; y se encuentra el de filtración que sirve para eliminar la turbiedad, los quistes del agua, pero no es efectiva para eliminar bacterias y virus.
Finalmente, cuando ya hablamos de ciudades grandes involucra procesos muchos más complejos. Puede haber varios tipos de fuentes para el abastecimiento de agua, están las fuentes naturales como: subterráneas profundas o manantiales que pueden ser dadas al consumo si cumplen con las sustancias químicas aptas. Sin embargo, existen fuentes de agua que provienen de tomas superficiales que no son naturales y deben pasar por el tratamiento correcto ya sea físico, químico o microbiológico.